Haciendo forrajes en Dolores y La Cuenca-

El agropiro es una forrajera insustituible en ciertos ambientes de la Cuenca donde predominan suelos alcalinos, (presencia de sodio) y salinos.

Existe una errónea creencia acerca que el agropiro soporta encharcamientos severos o inundaciones. Es una planta originaria de las estepas africanas, donde predominan los suelos alcalinos y el clima seco.

Ingresó a nuestro País para ocupar sectores con suelos alcalinos del centro y oeste de la Provincia de Buenos Aires y luego hubo un corrimiento hacia nuestra zona. En ésta se lo sembró correctamente en “barros blancos” de pelo de chancho y en suelos salinos, pero también se lo hizo en tendidos y bajos dulces muy encharcables, donde se debería manejar el muy

buen campo natural que poseen, o, en el caso de praderizarlos, introducir especies como festuca o falaris, que se adaptan mejor a situaciones de excesos de agua y que exigen mejor suelo.

Damos a continuación algunas recomendaciones para la implantación de agropiro en los dos sistemas de siembra utilizados en nuestra zona: directa y convencional:

¨ Siembra directa: trabajando sobre un potrero con pelo de chancho, particione la aplicación de Glifosato: 3 Lt/Ha en noviembre y 3 Lt/Ha en febrero. De esta manera lograremos matar el pelo de chancho, (maleza rizomatosa que podría competir con el futuro agropiro).

¨ Trate de realizar la siembra en los meses de marzo o abril, en forma superficial, (no más de 2 cm de profundidad), con un buen tapado de la semilla.

¨ Densidad de siembra: 35 Kg/Ha de semilla de buena calidad y buen poder germinativo.

¨ Fertilización con fósforo y nitrógeno, pudiendo este último, aplicarlo mitad a la siembra y mitad a la salida del invierno.

¨ Siembra convencional: realice el barbecho lo más largo posible, empleando maquinaria de labranza vertical, rastra de discos desencontrada o común, evitando en este tipo de suelo el uso del arado de rejas.

¨ Siembre en cuanto a época y profundidad con las mismas recomendaciones que para directa.

¨ Densidad de siembra: 30 Kg/Ha de semilla de buena calidad y buen poder germinativo.

¨ Fertilice con fósforo a la siembra, mientras que el nitrógeno puede disminuirlo o evitarlo según la duración del barbecho, (tiempo entre la primera labor mecánica y la siembra).

¨ Combata el pelo de chancho como en directa, pero sólo con la aplicación primaveral.

Consideraciones generales:

¨ Puede sembrarlo como gramínea pura o consociarlo con festuca en aquellos suelos overos, donde hay alcalinidad y salinidad.

¨ Puede acompañarlo con leguminosas como lotus o melilotus, no esperando de la primera grandes producciones sobre suelos alcalinos, (sodio), y sabiendo con la segunda, que deberá realizar una presión de pastoreo importante en primavera-verano, para que no se vuelva leñosa y poco palatable.

¨ No se ha trabajado mucho en el mejoramiento genético de agropiro, contando en la actualidad con una variedad mejorada: Vizcachero INTA, aunque en los últimos tiempos se han iniciado trabajos en esta línea, variedades como Hulk, Rayo, Barpiro, Tobiano, Ranquel, etc.

¨ Los potreros destinados a implantación de agropiro, no suelen ser “sucios”, pero, ante el caso de presencia de malezas, se puede aplicar herbicida cuando el agropiro comienza a macollar.

¨ El agropiro es una gramínea de muy lenta implantación, de modo que el primer pastoreo sólo se podrá realizar para octubre o noviembre, aunque la siembra sea de marzo o abril. Este primer pastoreo, deberá realizarse con una alta carga animal, por un corto período de tiempo, con animales de bajo peso,(preferentemente terneros), con buen “piso”, y, cuando al imitar con la mano el movimiento envolvente que hace el animal con su lengua al comer, la planta de agropiro no se descalza sino que se corta.

Una vez logrado el agropiro, debemos tener en cuenta algunas pautas mínimas para su manejo.

Se puede continuar con el aprovechamiento durante el verano, pero debemos clausurar el lote a partir de marzo.

Este cierre, que se prolonga hasta junio, permite la acumulación del rebrote otoñal, que se difiere para aprovecharlo durante el invierno.

Se puede continuar con el pastoreo con regulación de carga durante el invierno, primavera y verano, volviendo a cerrar el lote a partir de marzo.

El agropiro es una planta que, en función del manejo que se le imprima, cambia más que ninguna forrajera en cuanto a su aspecto, calidad y palatabilidad.

Con el manejo adecuado, puede transformarse de una dura mata casi rechazada por la hacienda, a una planta de aspecto cespitoso, tipo alfombra y muy buscada. (ver fotos).

Para que se dé esta segunda situación, debemos concentrarnos en dos estrategias fundamentales:

· Ejercer suficiente presión de pastoreo regulando la carga según la época del año, de modo de inhibir la tendencia del agropiro a la formación de matas, que se vuelven duras, de baja calidad, poco elegidas, y que provocan la aparición de suelo descubierto que puede ser conquistado por malezas de hoja ancha o inclusive por el mismo pelo de chancho que seguramente constituía la vegetación predominante en estos suelos destinados a agropiro.

· Aunque haya realizado un pastoreo intenso, el agropiro igualmente va a encañar, florecer y fructificar, por lo que recomendamos hacer un descañado con hélice lo más bajo que la máquina permita en:

– segunda quincena de enero si contamos con un agropiral con un buen número de plantas, o en:

– segunda quincena de febrero, principios de marzo, si el stand de plantas es inferior al esperado, ya que de esta manera, damos tiempo para la maduración de la semilla de agropiro que, al caer una vez que efectuemos el corte, provocará una importante resiembra.

En cuanto a la fertilización fosforada, debemos decir que el agropiro responde muy favorablemente a la misma. En nuestra zona, se han logrado excelentes agropiros con aplicaciones de 250-300 kg de fosfato diamónico o superfosfato/Ha, pero, también debemos destacar, que los suelos que frecuentemente

se destinan a la implantación de agropiro, suelen ser gredosos, con un elevado contenido de arcillas. Las partículas de arcilla tienen cargas negativas, que atrapan al fósforo,(cargas positivas), reteniendo a éste en una importante proporción, no dejándolo fácilmente disponible para las plantas. Por lo tanto, aunque la respuesta del agropiro al fósforo sea muy positiva, la eficiencia de la aplicación fosfatada en este tipo de suelos es mala. Actualmente, con el precio del insumo fertilizante muy elevado, seguramente se planteará la disyuntiva sobre qué potrero fertilizar, y aparecen entonces, las pasturas o verdeos de loma o media loma como más eficientes para generar un retorno económico a esta técnica.

Los agropiros bien manejados, suelen formar parte de la cadena forrajera en invernadas, midiéndose en estos casos ganancias de peso diarias que van de 400 o 500 gr en invierno, a cercanas al kg en primavera y, de 400 gr en veranos húmedos a nulos incrementos en veranos secos.

La intersiembra con leguminosas, principalmente con lotus tenuis, es una técnica que ha dado muy buenos resultados en agropiros de la zona. Se debe realizar luego del descañado, a principios de otoño, con una pasada en el caso de sembradoras de siembra directa de granos finos o intersembradoras de pasturas tipo Atkinson, o en dos pasadas perpendiculares para el caso de intersembradoras tipo Apache INTA.

Ing. Agr. Ignacio Rípodas

INTA Dolores

AER Maipú

EEA Cuenca del Salado

Te: 0226815518352

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