ESTUVO AL FRENTE DE LA OBRA DE SAN GOTARDO, EN EUROPA
Leonardo Rondi hizo una visita fugaz a la facultad de 1 y 47. Recordó a distintos profesores
En el decanato de la facultad, de 1 y 47, el destacado profesional relató cómo fue que se enteró que tenía que ir a combatir a las Islas Malvinas. “En realidad, a mi me tenían que haber dado la baja del servicio militar en noviembre de 1981, pero como rendí algunas materias me la dieron después, explica. Y agrega: “Terminé de rendir y me fui a Mar del Plata a festejar. Estaba por empezar tercer año. Había alquilado un departamento en 51 entre 2 y 3. En eso, las fuerzas armadas toman las Malvinas. Yo ya sabía que me iban a llamar”, recuerda.
“ANDA HACIENDO LAS VALIJAS”
“Andá haciendo las valijas porque de acá nos llevan a todos”, le dijo un teniente del Regimiento N° 7 de Infantería Mecanizada, de calle 19 y 50, donde hacía la conscripción. Actualmente, allí se levanta la plaza Islas Malvinas, que lleva ese nombre en homenaje a quienes lucharon en el conflicto bélico contra Inglaterra.
“Era semana santa y tuve que volver un día antes de mis vacaciones. Me preparé y me fui en micro a las 5 de la mañana. Otra vez para el regimiento. Ahí empezó la otra historia”, relata.
Rondi combatió en la batalla de Monte Longdon y, al regresar, fue condecorado por su valor. “Fue un periodo mezclado de cosas, entre volver de una guerra y comenzar tercer año. Eso fue lo que me ayudó, porque me despertaba a las tres y media de la mañana y estudiaba hasta las nueve y media de la noche. Comía, leía, estudiaba, hacía trabajos prácticos”.
En su charla, el ingeniero mencionó a los profesores Gerardo Ventura, que dictaba la materia “Estructuras”; a Euclides Pallaro, de “Física II”, y a Mario D’Amato, de “Mecánica Racional”. Evocó especialmente al primero, un aeronáutico temido por los alumnos. “A pesar de que todos le tenían terror a mí me dio buenos consejos”, asegura.
Al retomar ingeniería tras la guerra de Malvinas comenzó mi segunda batalla” Leonardo Rondi 55 años, ingeniero
Rondi retomó la carrera en septiembre de 1982, una vez que le dieron el alta tras haber estado internado por las heridas de guerra. En la Facultad tuvo que hablar con los profesores titulares para explicar su situación y sus intenciones de retomar el año. “Ventura me dijo que no iba a ser fácil, que tenía que recuperar todo. Entonces ahí empecé mi segunda batalla. Preparar seis materias de tercer año en septiembre, muy pesadas. Me las tuve que absorber, pero eso me ayudó, me salvó, porque me dediqué a pensar, a resolver cosas. Lo único que hacía era estudiar todo el día”, afirma.
Una vez recibido de ingeniero, fue ese mismo profesor quien le sugirió hacer una especialización en Italia. “Me hizo una carta de recomendación muy buena y me dio un consejo: ‘Usted no se vaya a España. Vaya por los menos a Italia que le va a ir bien’. Eso me sacó miedo, fue como un envión”, dice Rondi. Con el título en mano, hace 25 años, el ex combatiente obtuvo una beca para estudiar en Milán y luego otra para hacerlo en Alemania. Se especializó en tunelería. Tiempo después, en 1999 fue contratado por una empresa suiza para construir el túnel de San Gotardo.
Ahora se encuentra en Argentina brindando charlas impulsadas por la plataforma ecológica EcoSuiza y con nuevos proyectos: el Túnel de Agua Negra –que unirá la provincia de San Juan con Chile– y la Autopista Ribereña, en la Ciudad de Buenos Aires. Para el ingeniero, es la oportunidad de regresar al país para aportar sus conocimientos y la experiencia adquirida. Consigna El Dia.
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